Fontanarrosa, una pluma genial para dibujar y escribir
Pocas situaciones en la vida conforma una pasión colectiva. No se puede negar que el fútbol lo consigue, por sobre muchos deportes también. Cómo no dedicar un escrito sobre esto, cuando ya se huele por todos lados el fútbol!!! El mundial está llevándose a cabo ya, doblemente esperado, reunidos en Qatar ( país cuestionable por algunos aspectos de su cultura, que ni alcanza para pensarlo y acomodarse al relativismo cultural), miles y miles de personas que han estado encerradas por la pandemia del Covid-19, ahora dan rienda suelta a su pasión. Es un festejo no cabe duda!!!!
En el fútbol salimos de la singularidad para pasar al plural, “somos los más grandes”, “estamos bien preparados”, “no nos dieron tal cosa”, “no nos contaron la otra”, “eso nos pasa por agrandados”.
No soy muy afecta al fútbol pero admiro y me alegra a quienes realmente lo viven intensamente, e indudablemente contagia. También hay que estar cuando el equipo favorito pierde eeehhhhh, los humores cambian, ya no somos “nosotros”, es “tal o cual” que erró y el rosario en contra de los jugadores se hace interminable, el técnico, el árbitro, todos caen en la volteada, pero…no deja de divertirme, lo confieso.
Por un tiempo al menos nos sentimos los primeros y mas geniales del mundo (aunque no empezamos muy bien…) y esto gracias a Maradona primero, y a Messi ahora (no quiero ser injusta, sabemos de las habilidades de todos los jugadores, pero internacionalmente la comprensión es unilateral Messi-Argentina, Maradona-Argentina, después nos ubican en Brasil y lugares remotos….porque créanlo o no, en muchos lugares del mundo no estudian geografía tal como la recorremos en las aulas y algún apasionado avezado que la estudie. He viajado y la gente común tiene una “historia única” sobre nosotros, parecida a la “historia única de la pobreza en África”. (Lean el Newsletter de La Historia Única)
¿Fueron a la cancha alguna vez? Háganlo, no se lo van a olvidar jamás. Si no sos adepto al deporte igual da que lo tomes como fenómeno sociológico. Es único.
Dos cosas hice por amor, a pedido de mi marido Marcelo. Una, fui a ver a Charly García, músico, aclaro por si alguien abajo de una baldosa grita ¿quién es? (que tardó tres horas en salir al escenario), y dos, fui a ver a Boca, los dos aquí en Mar del Plata. Dos personajes argentinos únicos en su especie.
La energía que se vive en una cancha es altamente poderosa. Fuimos a platea porque Marcelo dijo que podía ser un poco peligroso, conociéndome también porque no me gusta el aglomeramiento de gente. Salieron los jugadores, no conocía a ninguno.
- Pero…¿che, dónde está Palermo, Gago?…….
-No, dijo él, hoy solo juegan los suplentes.
-¿Me estás cargando, Marcelo? le reproché. Una vez que vengo y no conozco a nadie!”.
-Vos dijiste que te daba un poco de miedo, si juegan los titulares puede ser peor!!, se defendió.
Promediando el partido le agradecí la gentileza. Lo que no pudo evitar el pobre, fue mi compañero de al lado, claro está que lo desconocía.
No les puedo explicar, porque no alcanza con palabras, la emoción frente a los goles, los cantos interminables, aclaro que no era el clásico Boca-River pero siempre algún tema esta dedicado a su oponente con tanto fervor e ingenio.
El estadio saltaba y yo con ellos, aunque no estaba haciéndolo. Los abrazos de mi marido contento por cada gol (creo que fue un 3 a 2) eran una alegría….pero ¿el de al lado ? jajaja no no no, no llegó a hacerlo, pero casi. Me grito un gol que casi me hace un lifting. Les juro que hoy, pasado mis 50, lo abrazo y comparto su alegría. En aquella época y hasta ese día, que no podía diferenciar la cancha de cualquier otro espectáculo, mantenía cierta cordura, pero los años te hacen perder un poco el miedo al ridículo, sobre todo si estas dale que te dale todo el día diciéndole a los pacientes, que se permitan ser.
La pase bárbaro, la parrillita después cerró el cuadro obviamente de una tarde-noche inolvidable.
En materia literaria tenemos a nuestro genial Roberto Fontanarrosa, dibujante de historietas, humorista gráfico, guionista y escritor argentino. Nacimos el mismo día el 26 de noviembre (Gachi, Pachi, Roberto y yo todos de sagitario, qué casualidad!!! jajaja recordarán la película….). Bueno este genial escritor partió en el 2007 pero su legado es eterno.
Me encantan sus cuentos sobre fútbol. Otros autores como Eduardo Sacheri, Alejandro Dolina también escriben y vaya que se disfrutan. Claudia Piñeiro compila en “Las dueñas de la pelota” varios cuentos de fútbol escritos por mujeres, vamos!!!
Por radio, cuando era chica, adolescente, solía escuchar a Alejandro Apo en su programa “Todo con afecto”, periodista deportivo, contando cuentos sobre fútbol, momento que compartíamos con mi papá, aunque no le interesaba mucho este deporte, pero sí los cuentos y la narración en si, con esa voz incomparable, y a mi también. De chiquita él siempre me leía cuentos, especialmente fábulas, le encantaba las enseñanzas que dejaban, Esopo, La Fontaine, etc. presumiblemente porque era fan del reino animal y supongo que si además eran personajes que te hablaban, mejor aún.
Pero no le interesaba el fútbol la verdad, aunque compartía los mundiales y especialmente los partidos de Argentina. Es en honor a mi papá que les cuento un cuento ahora, aquí , de Roberto Fontanarrosa, que se llama, Viejo con árbol.
Mis preguntas biblioterapéuticas:
¿Te gusta el fútbol, miras partidos?
¿Podrías decir que te apasiona algo tanto como a otros el fútbol?
¿Qué papel sentís que desempeñas en algunos aspectos de tu vida, titular o suplente?